Si ya lo decía Darwin… “No es el más fuerte de las especies el que sobrevive, tampoco es el más inteligente el que sobrevive. Es aquel que es más adaptable al cambio”. Y así las especies compiten por la supervivencia, en algunos casos esto implica ser el más rápido, el más fuerte o el más resistente, en otros casos la clave está en poder camuflarse o en producir veneno…
La capacidad de inmovilizar a una presa sin
necesidad de perseguirla, sin necesidad de pelear con ella es un mecanismo
cuanto menos asombroso. Y esto lo consiguen produciendo mezclas de compuestos
químicos que paralizan a la víctima y ya está, así, sin más, se han convertido
en el festín del día.
Entre los animales más venenosos se encuentra la
araña conocida como viuda negra (porque se come al macho después del
apareamiento), el veneno de este arácnido produce dolores musculares intensos y
en caso de que la víctima sea hombre produce una prolongada erección que dura
varias horas. Estos efectos los produce porque causa parálisis en el sistema
nervioso central y el dolor se extiende por todo el cuerpo con una gran
intensidad, pero en raras ocasiones causa la muerte. También existe otra araña,
armadeira, que es un tipo de tarántula que, en este caso, si
se trata de una verdadera asesina. Produce un veneno cuyo principal componente
es un neurotóxico tan potente que solo 0.006 mg matan a un ratón. En el
caso de un ser humano el veneno lleva a la muerte en apenas 25 minutos.
Pero no solo son venenosas algunas arañas, también
reptiles como la serpiente taipán. Se trata de la serpiente más venenosa del planeta. Pertenece a una especie de la familia de las cobras, pero tranquilos,
que únicamente vive en el este de Australia. La manera de actuación
del veneno es impedir la transmisión de los impulsos nerviosos ocasionando
parálisis respiratorias y cardíacas. Pero no solo eso, también destruye la
sangre porque afecta la agregación de plaquetas causando hemorragias severas y
casi incontrolables. Después de la mordedura… media hora y ¡caput!
Las criaturas más letales del planeta están un
poco más lejos de la tierra, en el gran arrecife de coral existe un pequeño pulpo
con anillos azules que, cuando alguien irrumpe en su territorio inyecta una
combinación letal que causa bloqueo en el funcionamiento de las neuronas y
colapso respiratorio y cardiovascular, es capaz de inyectar una combinación
mortal de sustancias que causan bloqueo neuronal, colapso respiratorio y
cardiovascular, parálisis… y por
supuesto la muerte (una simple dosis de veneno es suficiente para enviar al otro barrio a 20
personas, ahí es nada).
También en el mar Australiano nos encontramos con
la avispa marina, muchos ya sabemos de qué animal se trata porque es la gran
protagonista de la película “Siete almas”, sin desmerecer el papel de Will
Smith claro está. Se cree que es el ser vivo más venenoso del planeta ya que su
piel contiene una combinación de neurotoxinas tan potente que solo 1,4 mg
causan la muerte a un ser humano adulto. Además es un animal de aspecto similar
al de una medusa es de gran belleza y casi invisible en aguas profundas, lo que
hace que sea aún más peligrosa.
Y por último mi favorito, el pez globo “fugu”, su
hígado y sus glándulas sexuales secretan uno de los venenos más potentes del
reino animal. Lo peculiar de este pez es que es una delicatesen gourmet
japonesa, que debe ser preparada por chefs especialistas y que es muy apreciada…
¡parece que se olvidan del peligro que conlleva! La sustancia responsable del
envenenamiento es la tetrodoxina que es 1000 veces más potente que el cianuro,
y puede causar la muerte en menos de un minuto…
Pero en realidad no solo son peligrosos estos
venenos… Muchas de las adicciones de las que somos dependientes también son
veneno, muchas de las sustancias que nos rodean son veneno e incluso muchas de
las cosas que comemos tienen sustancias tóxicas. Al final, “todo es veneno y nada es veneno,
todo depende de la dosis”.
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